Los broches de presión de cuatro piezas para remachar se utilizan desde hace más de un siglo. Aunque su aspecto y su función apenas han cambiado, siguen siendo increíblemente prácticos. Permiten unir de forma rápida y segura distintos materiales – desde tejidos finos hasta cueros más gruesos.
Tipos de broches de presión
Lo más habitual es encontrarse con dos tipos:
- Broche de presión
- Broche de presión de alta resistencia (Auto Moto, a veces también Sport & Camping).
A primera vista parecen similares, pero sus propiedades y usos difieren.
Broches de presión
- Cierran con suavidad y se abren con la misma facilidad.
- Ideales para textiles y zonas de uso frecuente – chaquetas, chalecos, mochilas.
- La unión es fiable y no requiere demasiada fuerza.

Broches de presión de alta resistencia (Auto Moto / Sport & Camping)
- Cuando necesitas que sujete como si estuviera atornillado.
- ¿Abrirlos? Digamos que tendrás que aplicar algo de fuerza.
- Perfectos para bolsas, equipamiento, lonas o textiles técnicos donde la seguridad es lo más importante.

👉 En resumen:
Para estilo y uso diario, elige un broche de presión.
Cuando mandan la resistencia y la durabilidad, elige un broche de presión de alta resistencia.
De qué se compone un broche
Cada broche consta de cuatro piezas independientes – dos superiores y dos inferiores.
La unión de las dos piezas “correctas” crea un conjunto funcional.
Piezas superiores
- Cabecera (cabeza) – la parte superior visible y decorativa.
- Hembra (casquillo) – contiene el anillo de muelle que produce el “clic”.


Piezas inferiores
- Macho – la pieza que encaja a presión en la hembra.
- Vástago (ojete) – el eje hueco que se abocarda para fijar firmemente el macho al material.


👉 Importante: no mezcles piezas entre tipos. Aunque algunas encajen (p. ej., alta resistencia vs. estándar), la unión no será fiable. Utiliza siempre piezas que pertenezcan al mismo juego.
Acabados y tamaños
Los broches se fabrican en acero y después se les aplica un acabado superficial. Así puedes elegir no solo el tamaño (lo más común 8, 10, 12 o 15 mm), sino también el aspecto y la durabilidad.
Cada acabado tiene su propio carácter:
Níquel
Aspecto plateado clásico, uso universal.


Latón envejecido
Pátina elegante, perfecta para un acabado vintage.


Latonado (color dorado)
Llamativo y decorativo.


Cobre envejecido
Tono oscuro, casi negro.

Níquel negro
Acabado moderno, mate y oscuro.

Acero inoxidable
Máxima resistencia a la humedad y a la corrosión.

¿Dónde usarlos? Prácticamente en todas partes
Los broches de presión tienen un amplio abanico de aplicaciones:
- en prendas (chaquetas, abrigos, chalecos),
- en marroquinería (bolsitas, solapas, bolsillos),
- en calzado (zapatillas, botas, accesorios),
- e incluso en ropa para perros o bolsas de transporte.
El único caso en el que hay que tener cuidado es con tejidos muy finos – sin entretela podrían rasgarse.
Cómo colocar broches correctamente
1. Prepara el orificio
Utiliza un sacabocados del tamaño adecuado (normalmente 2–3 mm, pero siempre ajustado al vástago del broche). El orificio debe estar limpio y sin rebabas.
- Demasiado pequeño → el vástago no se abocarda.
- Demasiado grande → el broche se aflojará.
👉 Para materiales blandos (tejido, piel sintética) recomendamos adherir una entretela para que con el tiempo el broche no se arranque.
2. Alinea las piezas
Por el lado visto va la cabeza o la hembra (según montes la parte superior o la inferior). Por el reverso va la pieza correspondiente – siempre exactamente la que toca. ¡No intercambies piezas!
3. Usa la herramienta adecuada
Puedes utilizar:
- un juego de colocación manual (remachador metálico + yunque, a veces con mango de plástico),
- o una prensa manual con matrices adecuadas (la opción más precisa y constante).
Sea cual sea la herramienta, aplica una presión uniforme. ➡️ Uno o dos golpes firmes y controlados suelen bastar. Evita aplastar – los broches están hechos de chapa fina.
Consejos prácticos
- No te excedas con la fuerza. El broche debe prensarse, no aplastarse.
- Prueba primero en un retal antes del montaje definitivo.
- Las cabezas se rayan con facilidad – trabaja siempre sobre una superficie limpia y dura (madera o plástico, nunca directamente sobre metal).
- Los broches sujetan, pero no soportan carga. No los utilices para fijar una correa o una hebilla – no están diseñados para ello.

Cómo colocar broches como un profesional
Qué necesitas:
- Juego completo de broche (4 piezas)
- Sacabocados o alicate perforador
- Juego de colocación manual (remachador + yunque)
- Martillo o maza
En producción profesional también se emplean prensas con matrices – garantizan una presión uniforme y reducen errores. Así es como se ve.
Colocación con prensa
Colocación de un broche de presión de alta resistencia
Colocación de un broche de presión
Pasos para montar la parte superior
- Coloca la pieza redonda (cabeza) en la herramienta de colocación.

2. Coloca el material con el lado visto hacia abajo sobre la pieza.


3. Añade la segunda pieza superior (muelle).


4. Introduce el remachador en el orificio y asegúrate de que asienta correctamente.


5. Une con unos pocos golpes – listo.
Pasos para montar la parte inferior
El principio es el mismo, solo cambia el orden de las piezas:
- Coloca el macho en la herramienta (con el vástago hacia arriba).



2. Coloca el material con el reverso hacia abajo.


3. Añade la contraparte (vástago/ojete).


4. Presiona con el remachador y termina con unos toques.


Ver el proceso completo en vídeo
Colocación de un broche de presión de alta resistencia
Colocación de un broche de presión
Errores comunes (y cómo evitarlos)
🚫 Material demasiado blando → refuerza con entretela o una pieza trasera
🚫 Orificio demasiado grande → el broche no sujetará
🚫 Longitud de vástago incorrecta → demasiado corto = no se abocarda, demasiado largo = se dobla y baila
🚫 Golpe inclinado → el broche quedará torcido o no cerrará
🚫 Golpe demasiado fuerte → abolla o daña la cabeza/el metal
¿Cuándo es hora de sustituir un broche?
Los broches pueden durar muchos años, pero como cualquier unión mecánica, con el tiempo se desgastan. En los broches estándar, el muelle es un alambre fino, por lo que con los años puede deformarse, romperse o perder sujeción. Los broches de alta resistencia usan un diseño de muelle más robusto, así que esto es poco frecuente.
Tipos de daños más comunes:
- Muelle fatigado — sobre todo en los estándar; termina por no sujetar.
- Colocación deficiente — si el vástago no se abocardó por completo durante el montaje, el broche puede oscilar y salirse.
- Pieza deformada — a menudo por un golpe excesivo.
👉 ¿Qué hacer?
Un broche dañado, por desgracia, no puede repararse. La solución más sencilla es cortarlo con unos alicates y sustituirlo por uno nuevo. Si se dañó durante la colocación, conviene reemplazarlo de inmediato – de lo contrario, con el tiempo se aflojará y dejará de funcionar correctamente.
Resumen
Los broches son pequeños, pero potentes. Cuando sabes lo que haces, sujetarán durante años. Elige el tipo, tamaño y acabado adecuados, utiliza las herramientas correctas – y clic – tendrás una unión que funciona y luce bien.
Con las herramientas y la técnica adecuadas, la colocación de broches es rápida, fiable y duradera – clic tras clic.

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